Para la mayoría de estudiantes que comienzan a
utilizar el Aprendizaje Basado en Problemas, ello representa un cambio, a veces
brusco, de paradigma y puede resultarles difícil abandonar modelos pedagógicos
de enseñanza en los cuales eran receptores pasivos de conocimientos, para pasar
a convertirse en protagonistas activos de un proceso desafiante, en el cual
ellos deben gestionar la búsqueda, adquisición, análisis y transformación de la
información.
Pero así es como tiene que darse esta
transición y a este paso es mejor darle prisa. Los cambios graduales no
funcionan y es preferible encarar, desde el inicio este nuevo escenario. Ayuda mucho que el novel practicante de ABP
tenga claras dos cosas: la Forma y el Contenido.
·
La Forma:
El Aprendizaje Basado en Problemas es un modelo
participativo, por tanto la clave de
un buen ABP consiste, precisamente, en darle a la participación de los
estudiantes ciertas características que garanticen, en buena medida, el logro
de los resultados de aprendizaje propuestos.
·
El Contenido: Sería un desperdicio de trabajo
y recursos utilizar ABP para que los estudiantes se limiten a adquirir los
conocimientos que encuentran en libros, revistas y otras fuentes de
información. Incluso si dichas fuentes
son de alta calidad y el estudiante logra aprehenderlas y reproducirlas de
memoria, seguirá siendo un desperdicio.
Cuando se utiliza el ABP, toda información debe ser procesada y transformada hasta conseguir los resultados propuestos para el aprendizaje, los mismos que deben ser integrales (conocimientos,
destrezas y valores), de modo que el estudiante pueda después desempeñarse
en forma excelente en las competencias de su profesión.
A continuación propongo diez recomendaciones
para que los estudiantes puedan participar de mejor manera en las sesiones de
ABP:
1. El Punto de Llegada es importante
porque “marca el terreno de juego”. Los estudiantes que se preocupan de
establecerlo en forma adecuada, se benefician al mantenerse trabajando siempre
en la dirección correcta y dentro de los ámbitos precisos. Entonces vale la
pena el esforzarse en realizar bien esta tarea. Es bueno recordar que “lo que
bien empieza, bien acaba”.
En la técnica descrita para la sesión de
Apertura del ABP, hemos incluido un paso que sigue a la lectura del documento
del caso y al que llamamos Establecer el
Punto de Llegada. Consiste en la lectura y discusión, entre los estudiantes
y el tutor, del tema y los resultados de aprendizaje propuestos, con la
finalidad de delimitar el ámbito y fijar la dirección de los aprendizajes
definiendo, además, cuáles serán las metas a conseguir.
2.
En el momento de la apertura de un
ABP existen dos elementos que marcan el inicio y el fin del proceso:
identificar lo que los estudiantes ya saben (prerrequisitos) y lo que no saben
(necesidades y resultados de aprendizaje propuestos). Son el alfa y el omega del proceso. El
estudiante que establece bien estos dos extremos se encuentra en la posición correcta
para recorrer con éxito el camino de aprendizaje que va del uno al otro.
3.
El Caso es el instrumento
fundamental para el ABP, por tanto, aparte de estar bien diseñado, es
importante que los estudiantes lo conozcan muy bien antes de iniciar el
proceso. No se puede presentar y discutir el caso de un paciente que no se
conoce.
4.
La participación de los
estudiantes no sólo debe ser todo lo activa que sea posible, sino que además
debe ser pertinente. Esto se logra en
base a una buena preparación de todos los recursos que van a ser requeridos en
una sesión de ABP: información de buena calidad y bien estudiada, materiales de
apoyo, etc.
5.
Respecto al punto anterior, es
bueno enfatizar que el ABP como modelo pedagógico, busca que los estudiantes
lleguen a ser capaces de tomar decisiones y resolver problemas.
6.
Independientemente del rol que le
sea asignado, cada estudiante debe darle a su participación ciertas cualidades
que, en conjunto, hará posible realizar un eficiente trabajo en equipo.
7.
El Coordinador de una sesión de
ABP debe comprender que lleva sobre sus hombros una buena parte de la
responsabilidad sobre el éxito o el fracaso de todo el grupo, pues su función
no es sólo el organizar la participación de sus compañeros sino,
fundamentalmente, utilizar todos los aportes para propiciar el debate analítico
de los mismos e ir construyendo caminos hacia los resultados de aprendizaje
propuestos.
8.
Todos los estudiantes deben tener
claro que al utilizar ABP el objetivo que se persigue es lograr un aprendizaje
integral y que, por tanto, la simple aprehensión memorística de la información
no es suficiente.
9.
Resulta muy útil que los estudiantes
se formen la imagen mental de que el ABP es un aprendizaje en capas o estratos.
Eso impide que se queden trabajando en la superficie y permite que, conforme
avanza el proceso, vayan profundizando en los temas hasta llegar a conocerlos
perfectamente en todos sus aspectos y detalles.
10.
Finalmente, es imperativo que,
tanto los estudiantes como los docentes, consideren que el único objetivo
aceptable al utilizar el ABP es llegar al dominio de los temas tratados.
Entender esto les llevará a mantener un nivel de autoexigencia acorde con dicho
resultado.