28 de julio de 2015

Cinco errores que debes evitar en la práctica del ABP

Si eres un estudiante que está iniciándose en la práctica del ABP, es muy probable que mientras intentas desempeñarte lo mejor que puedes en una sesión,  hayas incurrido frecuentemente en alguno o todos los siguientes errores.  Considero útil señalártelos para que te cuides de ellos:

1.     Descuidar los roles. Esto es particularmente perjudicial si eres el coordinador o el secretario de la sesión, pues el éxito de todo el grupo depende en buena parte de lo que tú hagas (o dejes de hacer).

2.     Descuidar el procesamiento de la información. La simple exposición sin análisis de la misma, impedirá que tu grupo logre aprendizajes de buena calidad.

3.     Llegar a acuerdos rápidos. El ponerse de acuerdo, sin mayor discusión, con lo que proponga el primer estudiante que toma la palabra impide que se profundice en los aprendizajes. Siempre se quedarán trabajando en la superficie y es, además, manifestación de un esfuerzo pobre.

4.     Ensimismarte.  A veces un estudiante, con la mejor intención de buscar un buen aporte para la discusión, “se ausenta” mentalmente de la sesión para trabajar individualmente.  Si te ocurre aquello y en ese momento el tutor pide tu opinión sobre lo que se está discutiendo, experimentarás un embarazoso aterrizaje en el campo de la realidad.


5.     Echar tierra sobre los errores.  Es importante que comprendas el gran valor que tienen para el aprendizaje los errores que se cometen.  Si algún compañero tuyo comete un error, estará brindando a todo el grupo una excelente oportunidad para comentarlo y aprender del mismo, sin que ello represente un demérito para él y sin que se muera nadie pues el ABP es una simulación clínica.  El intentar que el error pase desapercibido “para no hacerle quedar mal” al compañero es, en realidad, perder un valioso recurso de trabajo.

Diez propuestas para una mejor práctica del ABP

Para la mayoría de estudiantes que comienzan a utilizar el Aprendizaje Basado en Problemas, ello representa un cambio, a veces brusco, de paradigma y puede resultarles difícil abandonar modelos pedagógicos de enseñanza en los cuales eran receptores pasivos de conocimientos, para pasar a convertirse en protagonistas activos de un proceso desafiante, en el cual ellos deben gestionar la búsqueda, adquisición, análisis y transformación de la información.

Pero así es como tiene que darse esta transición y a este paso es mejor darle prisa. Los cambios graduales no funcionan y es preferible encarar, desde el inicio este nuevo escenario.  Ayuda mucho que el novel practicante de ABP tenga claras dos cosas: la Forma y el Contenido.

·      La Forma: El Aprendizaje Basado en Problemas es un modelo participativo, por tanto la clave de un buen ABP consiste, precisamente, en darle a la participación de los estudiantes ciertas características que garanticen, en buena medida, el logro de los resultados de aprendizaje propuestos.

·      El Contenido: Sería un desperdicio de trabajo y recursos utilizar ABP para que los estudiantes se limiten a adquirir los conocimientos que encuentran en libros, revistas y otras fuentes de información.  Incluso si dichas fuentes son de alta calidad y el estudiante logra aprehenderlas y reproducirlas de memoria, seguirá siendo un desperdicio.  Cuando se utiliza el ABP, toda información debe ser procesada y transformada hasta conseguir los resultados propuestos para el aprendizaje, los mismos que deben ser integrales (conocimientos, destrezas y valores), de modo que el estudiante pueda después desempeñarse en forma excelente en las competencias de su profesión.

 A continuación propongo diez recomendaciones para que los estudiantes puedan  participar de mejor manera en las sesiones de ABP:

1.     El Punto de Llegada es importante porque “marca el terreno de juego”. Los estudiantes que se preocupan de establecerlo en forma adecuada, se benefician al mantenerse trabajando siempre en la dirección correcta y dentro de los ámbitos precisos. Entonces vale la pena el esforzarse en realizar bien esta tarea. Es bueno recordar que “lo que bien empieza, bien acaba”.

En la técnica descrita para la sesión de Apertura del ABP, hemos incluido un paso que sigue a la lectura del documento del caso y al que llamamos Establecer el Punto de Llegada. Consiste en la lectura y discusión, entre los estudiantes y el tutor, del tema y los resultados de aprendizaje propuestos, con la finalidad de delimitar el ámbito y fijar la dirección de los aprendizajes definiendo, además, cuáles serán las metas a conseguir.

2.     En el momento de la apertura de un ABP existen dos elementos que marcan el inicio y el fin del proceso: identificar lo que los estudiantes ya saben (prerrequisitos) y lo que no saben (necesidades y resultados de aprendizaje propuestos).  Son el alfa y el omega del proceso. El estudiante que establece bien estos dos extremos se encuentra en la posición correcta para recorrer con éxito el camino de aprendizaje que va del uno al otro.
3.     El Caso es el instrumento fundamental para el ABP, por tanto, aparte de estar bien diseñado, es importante que los estudiantes lo conozcan muy bien antes de iniciar el proceso. No se puede presentar y discutir el caso de un paciente que no se conoce.
4.     La participación de los estudiantes no sólo debe ser todo lo activa que sea posible, sino que además debe ser pertinente.  Esto se logra en base a una buena preparación de todos los recursos que van a ser requeridos en una sesión de ABP: información de buena calidad y bien estudiada, materiales de apoyo, etc.
5.     Respecto al punto anterior, es bueno enfatizar que el ABP como modelo pedagógico, busca que los estudiantes lleguen a ser capaces de tomar decisiones y resolver problemas.
6.     Independientemente del rol que le sea asignado, cada estudiante debe darle a su participación ciertas cualidades que, en conjunto, hará posible realizar un eficiente trabajo en equipo.
7.     El Coordinador de una sesión de ABP debe comprender que lleva sobre sus hombros una buena parte de la responsabilidad sobre el éxito o el fracaso de todo el grupo, pues su función no es sólo el organizar la participación de sus compañeros sino, fundamentalmente, utilizar todos los aportes para propiciar el debate analítico de los mismos e ir construyendo caminos hacia los resultados de aprendizaje propuestos.
8.     Todos los estudiantes deben tener claro que al utilizar ABP el objetivo que se persigue es lograr un aprendizaje integral y que, por tanto, la simple aprehensión memorística de la información no es suficiente.
9.     Resulta muy útil que los estudiantes se formen la imagen mental de que el ABP es un aprendizaje en capas o estratos. Eso impide que se queden trabajando en la superficie y permite que, conforme avanza el proceso, vayan profundizando en los temas hasta llegar a conocerlos perfectamente en todos sus aspectos y detalles.
10.  Finalmente, es imperativo que, tanto los estudiantes como los docentes, consideren que el único objetivo aceptable al utilizar el ABP es llegar al dominio de los temas tratados. Entender esto les llevará a mantener un nivel de autoexigencia acorde con dicho resultado.